Esto si me lo esperaba (parte 4)

Supongo que se acordarán de esta trilogía (parte 1, parte 2 y parte 3), bueno prepárense porque llegó la cuarta parte.
Bueno, en realidad lo que voy a contarles no es para nada raro, simplemente quería cerrar esta historia con un final feliz.
Después de las confusiones y finalmente después de la confesión a mi amiga G..., quedamos en encontrarnos en mi casa un día a charlar y tomar unos mates. Esa tarde, confieso, estaba un poquitín nerviosa por las expectativas que yo me había hecho, mas que nada quería ver su reacción ante todo lo que le había contado. Asi que apenas escuché el timbre mi nerviosismo se elevó casi al máximo. Tratando de disimular lo mas posible, le abrí la puerta y la saludé con un beso en la mejilla, como de costumbre. No me acuerdo que fue lo siguiente que hablamos, pero si me acuerdo que hasta me tembló un poco la voz cuando dije las primeras palabras, no se si ella se habrá dado cuenta de mi estado, pero si lo hizo lo disimuló muy bien. En fin, para resumir, nos tomamos unos mates y charlamos de cualquier cosa menos de "ese" tema, asi se fue terminando la tarde, en una agradable y tranquilizadora (al menos para mi) charla.
Yo en mi interior me debatía entre sacarle el tema o dejar que ella me pregunte primero, y en eso estaba cuando me di cuenta de que ya era de noche y ella comenzaba a prepararse para irse a su casa. En ese momento pensé, que boluda que soy, tanto esperar el momento adecuado que se me terminó el tiempo, asi que me dije "tengo que hacer algo para que se quede un rato mas" y de la nada lo primero que se me ocurrió fue decirle: "¿te querés quedar a comer?" a lo que ella respondió afirmativamente. Eso me daba un par de horas mas para sacarle el tema. Pero....pero....bueno, para no hacerla tan larga, no lo hice, no tuve el valor y ella tampoco de sacar el tema, pero no me importó demasiado porque antes de irse quedamos en volver a encontrarnos dos días mas tarde. Asi que ahi si me dije, "si o si, como sea, el jueves le saco el tema yo y que sea lo que Dios quiera", (a veces soy un poco dramática, jaja).

Llegó el día jueves y volvimos a encontrarnos en mi casa, y después de charlar otro buen rato de temas varios (bah, boludeces), fui llevando la conversación para donde yo quería hasta que llegó mi oportunidad y ahi si que no la dejé pasar. No voy a relatar todo lo que hablamos, porque estoy segura que todas pueden imaginarse mas o menos como habrá sido la charla. Los nervios, por supuesto, estuvieron presentes pero eso fue lo de menos. Ella me escuchó todo lo que yo tenía para decirle, preguntó en el momento que debía, y dijo las palabras que yo esperaba oir cuando yo le pregunté: "¿y...qué pensás de todo esto?" Asi que aproveché y hablé de todo lo que se me ocurrió, le conté todas esas cosas que nunca había podido hablar con ninguna amiga, me saqué tantas cosas que tenía adentro...y al final hasta me sentí mas liviana, creo que la palabra justa sería aliviada, porque me saqué un gran peso de encima. Para cuando nos dimos cuenta eran como las 3 de la mañana, y las dos teníamos que levantarnos temprano para ir al trabajo al día siguiente, asi que ahi nomás la cortamos.
Definitivamente tengo que decir que mi amiga G... es lo máximo que alguien puede pedir como amiga y le estaré eternamente agradecida por haberme entendido y apoyado de la manera en que lo hizo.